Siempre me ha gustado pensar en el papel que cada uno toma en su vida
y el porqué de ese rol, y siempre me causó sensación esa metáfora
de que la vida es un teatro y que nosotros somos sus anfitriones.
Es inevitable que a veces nos sintamos en una tragedia
y otras en el extremo más ridículo de una comedia; Y creemos que hemos
de entusiasmar a ese público que ha venido a ver nuestra obra cuando
Ese aplauso no vendrá dado por nuestras lágrimas ni por
nuestros gozos,ni tan siquiera por un acto bien acabado;
Sino por el aprendizaje al que nos sometemos al comenzar la
obra y la emoción que seremos capaces de causar a aquél que
nos observa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario