Falsas Amigas.

Hay supuestas “amistades” que es mejor dejar atrás, son relaciones tóxicas que poco a poco te envenenan, te hacen sentir con baja autoestima, son pesimistas y no te permiten mostrar lo mejor de ti. Parte de la madurez es saber reconocer que no toda la gente te adora como tu quisieras y aunque en algún momento consideraste a alguien una amiga cercana quizá es tiempo de reconocer que esa relación ya no te hace bien y dejar espacio y darte la oportunidad para reconocer en otras personas una verdadera amistad. 

Una verdadera amiga te quiere como eres y tú a ella, no juzga tus actitudes y se alegra por tus logros y viceversa. Las verdaderas amigas pueden estar en desacuerdo contigo pero aun así respetar tus ideas. Las verdaderas amigas pueden hacerte saber cuándo piensan que te estás equivocando, pero apoyarte una vez que has optado por un camino y no piensan después utilizarlo para hacerte sentir mal o echártelo en cara cuando has tomado decisiones desafortunadas. Una verdadera amiga tiene fe en ti, celebra tus virtudes y te hace mejor persona, no busca tus puntos débiles (aunque los conoce) para manipularte o explotarte emocionalmente. Con una verdadera amiga puedes mostrarte vulnerable sin sentirte con miedo a después ser traicionada.